miércoles, 30 de junio de 2010

Que es el éxito

El otro día se me ocurrió reflexionar sobre el "fracaso" en nuestra sociedad. Las causas, las percepciones, los motivos y creencias, y cómo creo que influye en la gente y en su entorno social. Obviamente, por la misma antinomia que plantea la existencia del fracaso, nace automáticamente el concepto del "éxito", completando así la dualidad, y dándome más sobre lo que reflexionar.

Todos asumimos el significado que presupone el éxito. Sabemos que quien es declarado exitoso es "superior" dado que, suponemos, ha alcanzado sus metas y se dedica a disfrutarlas. Es así que, quien se encuentra permanentemente rodeado de dinero y demás bienes materiales, mujeres u hombres según sea el caso, éxitos profesionales e incontables ofertas de negocios, etc., es automáticamente exitoso ante nuestros ojos.

Pero, lo que seguramente nunca nos pusimos a pensar, es que tal vez seamos nosotros mismos quienes percibimos a la gente con esas cualidades como gente exitosa, sin que precisamente lo sea. Sería cuestión de preguntar a dichos "exitosos" si realmente se sienten como tales. Si definimos que el éxito es alcanzar las metas propuestas (contrariamente al fracaso, que consiste en NO alcanzarlas)... ¿Esto es equivalente a lo anterior? ¿Esas eran las metas originales?

Es decir, ejemplificando... ¿Puedo decir que es exitosa la empresaria en bienes raíces que dirige su propia empresa, mientras que siempre anheló con convertirse en la mejor de las veterinarias? ¿Es un éxito aprobar el más duro exámen con la mínima nota, habiéndose preparado duramente y sabiendo todo lo necesario para hacerlo perfecto? El éxito es relativo. Aunque nosotros lo creamos como un hecho puntual objetivo, sin duda siempre lo veremos subjetivamente.

En definitiva, creo que el éxito estará dado por eso que ocupa nuestros sueños, mientras va siendo alcanzado o vivido. Me niego a aceptar que todo pase por logros puntuales... prefiero creer que se apoya en desarrollos y aprendizajes, en pasiones y encantos propios en lugar de hechos fortuitos, caprichos del destino como aciertos empresariales o loterías populares.

¿Y por qué me revelo? Bueno, realmente creo (bah, supongo que a todos nos gustaría creer) que es mucho mejor pensar que nuestro éxito lo iremos construyendo a lo largo de nuestros caminos, en lugar de creer que todo está predestinado... sería desalentador pelear día a día, sabiendo que el futuro está escrito y que lo que nos espera sólo espera nuestra llegada...

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