Si, ya se que el título parece una de las tantas estafas legales para celular, de esas que tanto abundan hoy en día, pescando incautos y soñadores de nada, prometiendo videncias, imágenes de holográficos deseos humanos, decires astrológicos y muchas cosas más. Pero no, no se trata de eso, al menos no por ahora.
Creo que todos nosotros, los seres humanos, soñamos siempre con la eterna libertad. Este deseo es inherente a la raza... nos despierta capacidades, habilidades, vivezas y muchas de las millones de cosas que aprendemos en pos de vivir en libertad. Pero me pregunto entonces... ¿entendemos realmente qué es la libertad, en los tiempos que corren? Porque la libetad ha cambiado significativamente a lo largo de las eras.
Quizás alguna vez, la libertad fuese trotar desnudo por las praderas, los verdes llanos o pobladas selvas, junto con la naturaleza en su estado más puro y estable. Tal vez, un poco más acá cronológicamente, la libertad consistiera de ser fieles a sus señores feudales patrones, siguiendo y acatando los dogmas morales y religiosos, y ser felices simultáneamente... quién sabe, sería cuestión de suponer o adivinar, más que aseverar.
Hoy, la libertad se limita dentro de un amigable marco de soltura, impuesto y sostenido por las numerosas normas que interconectan nuestras vidas en sociedad. Ser libre ya no es olvidarse de todo, sino que conlleva numerosas responsabilidades, para con uno y para con el resto de nuestro entorno. No hay libertad sin dinero, sin normas, sin un ser social.
Asomarse a la libertad tiene su costo, como todo en esta vida. Es un arma de doble filo que pendula en nuestras manos. Pero esta ahí, tan presente como esquiva, para quien se aventure a obtenerla, y mantenga con vigor el arte de saberla proteger. Y creo saber quién será el próximo contendiente en buscar la proeza...
En fin, lo demás, el futuro solamente lo dirá...
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